martes, 18 de octubre de 2011

Uno de los problemas de la acción del ser humano...

Junto al restaurante El Torreón, al lado del Cristo de El Pardo, es muy fácil ver a varios ejemplares de jabalíes, jabalinas y jabatos, y otros tantos gamos machos y hembras acercándose a la valla.
El porqué de esta situación es fácil de averiguar: llevan años acostumbrados a la presencia del hombre y de que éste les aporte fácilmente alimento.


Antes de que se vaya la luz podemos verles con claridad, y cuando anochece siguen siendo visibles gracias a los focos que iluminan la zona. Aquí tenemos un ejemplo de los pequeños jabatos echándose una siesta...


Como personas, tenemos la suerte de disfrutar de esta vista y de su compañía, pero hay ciertos aspectos que tendríamos que tener en cuenta, los cuales se resolverían con un mínimo de sentido común, del cual parece que alguna gente carece...


¿Desde cuándo por naturaleza los jabalíes comen pan? ¿No es más fácil aprovechar las bellotas que abarrotan El Pardo para alimentarles de manera natural?


¿A quién de nosotros nos gusta recibir un flashazo de una cámara de fotos directamente a los ojos en plena oscuridad?
Como veis, basta con  tomar una foto sin flash allí donde iluminan los focos para verles perfectamente... 


¿Qué ejemplo estamos dando a nuestros hijos?


¡¡Respetemos a los animales!!

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